Nota: 8/10
Genry Ai, ha sido enviado por el Ekumen (una especie de federación galáctica formada por diversos mundos colonizados por humanos), a Gueden (también llamado Invierno, por encontrarse en la edad glacial), para intentar que este mundo se una. Por eso mismo, lleva dos años en la capital del mismo, Karhide, intentando que el primer ministro le conceda una cita con el rey. Pero el rey está un pelín ido del coco y acusa a el primer ministro "Derem Estraven" de traición, y por tanto es exiliado. Éste se va al segundo país más importante, "Orgoreyn", donde también probará suerte Genry...y aquí poco a poco se van complicando las cosas...( no es plan de contar todo el argumento, xD).
El libro aunque no lo parezca trata básicamente de la sexualidad, (jaja, a que no lo esperábais...), pues si. En este mundo todos los humanos son bisexuales. Durante tres semanas del mes son neutros (totalmente indefinidos), pero la última adoptan el papel de hombre o mujer, dependiendo del compañero sexual que elijan. Ocurre, pues que en este mundo no hay problemas de género, todos los padres son madres y todos los hombres mujeres. La autora llega a afirmar que en este mundo no existen las guerras precisamente por la falta de esta dualidad. Hay problemas dentro de las naciones y hostilidad hacia otras próximas, pero no existe el deseo de colonizar, ni de matar por esta causa, el concepto mismo de guerra, no existe.
Lo curioso de esta novela, es que algunos capitulos son contados por Genry y otros por Estraven, haciendonos conocedores de ambos puntos de vista. Conforme avanza la historia hay cierta tensión sexual entre ambos protagonistas, ya que los guedenianos no pueden evitar el "kemmer" (impluso sexual), o en cualquier caso les cuesta muchisimo, debido a que tan solo sucede una semana al mes (el resto del tiempo parecen que viven ajenos a este o.O). Y se fragua una historia de amor bastante peculiar...aunque no exista ningún tipo de relación fisica entre ambos.
Es un libro cuanto menos, peculiar ^^
La luz es la mano izquierda de la oscuridad,
y la oscuridad es la mano derecha de la luz.
Las dos son una, vida y muerte, juntas
como amantes en kémmer,
como manos unidas,
como el término y el camino
(Balada de Tormer)