Ejem, cierto es que no tengo por costumbre escribir, aunque me guste. He tenido mis épocas más y menos productivas, incluso llegué a escribir un diario (a diario), durante todo un año, pero lo que es escribir relatos no es algo que haga con asiduidad. Por eso necesitaba un incentivo interesante que atrajese mi atención (véase un concurso) para ponerme en marcha. Si a alguien le interesa (que puede ser), este concurso está organizado por Málaga Crea y sólo tenéis que apearos al Área de la Juventud para recoger información. Como dato a tener en cuenta os digo que el límite de entrega está el 13 de marzo, así que nada, vosotros mismos.
Ya voy a dejar de comeros el tarro y os pongo el microrrelato este. Os agradecería que opináseis y esas cosas que nunca están de más ^^ .
UN ESPACIO VACÍO Y OTRO POR VACIAR
“Un espacio vacío y otro por vaciar”, creo que esa fue la señal.
Señal…así es como llamo yo a esos momentos que pasan por nuestra existencia como forasteros inesperados y fugaces; llamativos…sí; pero raudos y veloces al mismo tiempo. Los miramos acaso con cierto asombro, quizá por nuestra mente cruce el deseo impetuoso de seguirlos; pero desconfiamos, pues su propia presencia parece tejida con fibras de ausencia sin una cubierta sólida a la que agarrarnos. Muchos disfrutan viéndolos pasar, alegrando su vida con su vaporoso advenimiento. Pero ¿quien sabe si siguiendo a esos instantes carentes de realidad, prolongando nosotros mismos su existencia con los jirones de brisa que dejaron a su paso, no nos encontramos con el semblante mismo de la vida? ¿Por qué dejarlos evaporarse sin más?... “Un espacio vacío y otro por vaciar provocan que dos seres dispares se hallen”... ¿Casualidad?